PRIMERAS IMPRESIONES DE NUESTRAS CATEQUISTAS
1ª Reunión oratorio Grupo 5 años (18/4/11)
Otra vez un poquito de nervios, no nos acompaña Raquel que me dio mucha seguridad en la reunión anterior. Conecta muy bien con los niños.
Estos niños son más inquietos, habladores, pero respetuosos. Me sigue impresionando la carita con la que nos miran, atentos. Y me he encontrado más relajada quizá por eso y porque sigo pensando que es el Señor el que me está apoyando y poniendo las palabras adecuadas. Además, el encontrar las miradas cómplices y supercariñosas de Sandra y de Amparo me ayuda un montón.
Tengo que resaltar un momento increíble. Después de perdirle a Jesús que viniera con nosotros un niño levanta la mano y dice que lo siente “aquí, en mi corazón”. ¡Ays, los pelos de punta! Pero es que su carita lo expresaba de verdad.
Me gusta el clima tranquilo que se vive en el oratorio, es un rato sin prisa, lleno de cariño, silencio... Y alegre a la vez. Al menos eso es lo que yo percibo. Y hasta esos “bichines” que teníamos han entrado en la reunión, han participado de ella. ¡Bien!
Me gustaría que Sandra y Amparo nos cuenten también sus impresiones. Así que chicas, a escribir un poquito. Y Elena Lerma de su grupo, vale?
Os resumo aquí las dos reuniones que hemos tenido con los niños de 5 años B.
Esta mañana me he cruzado en el cole con todos los niños de esta clase y ¡qué bonicos! Todos, todos, me saludaban con la manita con unas caritas supercariñosas. Me ha hecho mucha gracia.
CONTABA LOS DÍAS QUE FALTABAN
Contaba los días que faltaban para mi primera oración con los niños y me moría de ganas por comenzar el oratorio. Pero a la vez me inundaba un mar de dudas… ¿lograría hacerme lo suficientemente pequeña para que me entendieran y a la vez lo bastante grande para resolver sus dudas?
Y por fin llegó el día, había repasado infinitas veces la oración pero aún así cargué con mis chuletas y a las 15:45 Jacinto me abría la puerta del cole. En el hall no había nadie, “socorro”, pensé, estoy sola, pero luego recapacité,” demasiado pronto, has llegado demasiado pronto”, así que me senté en la salita y ¡ale! a repasar otra vez…16:00h suena el timbre de cambio de clase y seguía mas sola que la una, pues nada, me dije, a por mis niños. Me dirigí hacía la clase de 2º de primaria y a lo lejos, la divisé, no cabía la menor duda, era ELLA, con su guitarra y su nueva compañera (la muleta) !Uffff¡ estoy salvada, pensé, con Raquel es imposible que salga mal...
La verdad es que conecté con los niños enseguida, son un cielo, sabían donde íbamos y estaban encantados. Por el camino ( me había quedado sola con ellos, pues Raquel iba delante para buscar a Mª Ángeles) me preguntaron como me llamaba y se afanaban para decirme sus nombres, querían gustarme, pero lo que ellos no sabían es que desde que salieron por la puerta de la clase y vi sus caras llenas de vida y sus miradas rebosantes de fe, entendí que no había nada mas importante en ese momento para mi y para ellos que esa oración y que desde luego, no solo me gustaban, me encantaban. Dos niñas me cogieron de la mano y entonces comencé a contarles el misterio que íbamos a compartir, subimos en silencio y me escucharon con atención en la puerta de la capilla y de nuevo apareció Raquel y Mª Ángeles que fueron un apoyo para mi durante la oración. Estaba hecha un manojo de nervios, intentaba seguir el guión mentalmente de lo que habíamos preparado y quizá no me dejé llevar, porque los niños estaban ahí, sencillos y puros, sin exigir guiones ni grandes explicaciones, sólo celebrando.
No se si salió o no bien, o como dice Raquel no consiste en que salga de ninguna manera, pero lo que si se y estoy segura es que el Espíritu santo encendió una llama en mi, que no solo me encargaré de mantener ardiente, sino de la que espero poder repartir antorchas para que todo el mundo sepa que Jesús está vivo.
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